
¡¡Hola hola a todos y todas amantes del crochet!!
¡¡Bueno bueno!!, se acerca el Gran Día, el día Mundial de Tejer en Público, este año, en 2019 será el 8 de junio.
Creo que este tema suscita opiniones muy diversas quería hacer una entrada, como psicóloga, para hablar más de ello.
A muchas/os os gustaría tejer en público, pero no lo llegáis a hacer por vergüenza o por miedo al qué dirán o qué pensarán.
Esto es muy típico y se puede extender a muchísimas áreas de nuestra vida personal, familiar, profesional… ¿Qué pensarán si voy al cine sola? Si hago tal o cual cosa…de esta u otra manera.
Desde hoy vengo a recomendarte que alejes esos miedos y esas inseguridades de tu vida. No es algo sencillo, pero vida no hay más que una y solo tú la puedes vivir por ti.
Da igual lo que opinen, lo que digan o lo que te recomienden. Lo más importante es: ¿Qué vas a hacer para vivir la vida que dices que quieres vivir?. Esta pregunta parece sencilla pero es muy muy compleja y pocas personas tienen respuesta. Qué ocupe hueco en nuestras cabezas y le podamos dar alguna vuelta de vez en cuando significa un gran avance.
Cuando vamos realizando una tras otras las cosas, los proyectos, nuestros hobby y nuestras ilusiones somos mucho más felices y vamos ganando, confianza, fortaleza y seguridad en nosotros mismos.
Cuando somos fuertes y estamos haciendo lo que queremos hacer da igual que opinen o dejan de opinar. Lo que es curioso es que muchas veces pensamos que nos van a mirar más raro y nada más lejos de la realidad. Generalmente la gente va a lo suyo y nos miran y opinan de nosotros bastante menos de lo que tendemos a pensar.

Ahora te voy a hablar de mi experiencia tejiendo en público. Por la nueva Ley de Contaminación de Madrid tuve que empezar a viajar en transporte público.
En ese momento comenzaba con la manta; el proyecto que por el que me entró el gusanillo en esto del crochet, y gracias a eso estoy aquí hoy. El proyecto de la manta era ideal para viajes. Los grannys se pueden hacer en cualquier lugar, pesan poco y son manejable. Durante los días iba preparando el viaje y me dejaba las vueltas que tendría que dar en un solo color.
Cuando volvía a casa todos los cuadrados tenían la vuelta que les tocaba de ese color. Esto me permitía avanzar muchísimo en la manta, que es un proyecto largo, y ocupar el aburrido viaje.
Nunca me paré a pensar en que pensaría la gente. Siempre llevaba gente al lado, jóvenes, mayores…y nunca nadie dijo nada y al final todo el mundo iba a lo suyo.

No solo he tejido en el autobús, también lo he hecho en la sala de espera del dentista. Aquí tengo una anécdota curiosa y es que dos mujeres se sorprendieron de verme y comentaron que estaban muy contentas de que los jóvenes también tejiéramos. Se acercaron a ver que estaba haciendo y estuve charlando con ellas un rato. Fue un gran momento la verdad.
También he tejido en la calle esperando y en la playa.
¿Y tú? ¿tejes fuera de casa? Si quieres hacerlo…
¡Hazlo! ¡Vive!
Desde aquí te recomiendo: hoy es un nuevo día, un nuevo comienzo. ¿Qué quieres? a por ello. Tú mandas, solo tu gobiernas tu vida.
No dudes en dejarme todo lo que quieras en comentarios.
¿Ya estás en la Newsletter? Suscríbete para estar al tanto de todas las novedades.
Un abrazo.
Marta Smile.
¡Qué razón tienes! Hasta ahora no he sacado nunca las agujas de casa… pero me has inspirado.
🙂 ay cómo me alegro 🙂 ya verás como lo disfrutas. Tenemos que intentar hacer las cosas que nos apetecen.
Hola Marta. Pienso igual que tú!!! No hay que esconderse para coser. Es más, si miras mi bolso verías que siempre voy preparada para darle al crochet en cualquier momento libre. Estamos rompiendo con muchos prejuicios. Enhorabuena por tu blog. Te sigo en instagram y me encantas.
Muchas gracias por tu comentario Eli!!Y a seguir dándole al crochet en todos esos ratillos que podamos 🙂 yo también siempre llevo algún proyecto encima para esos ratitos libres.